Si hay algo que nos suele molestar, antes de publicar un comentario en un blog, es tener que descifrar un código para demostrar que no somos una máquina.
No es que nos irrite el hecho de escribir el código de marras –una acción que no debería llevar más de cinco segundos a un ser humano corriente- pero es que no basta con ser humano para entender el dichoso test de prueba; hay que ser adivino, y de los buenos.
Cada vez en más sitios de Internet la misma barrera: “Demuestra que no eres un robot” y utilizan esa endiablada prueba llamada Captcha, que traducidas sus siglas al español significa: “Prueba de Turing pública y automática para diferenciar a máquinas y humanos”.
¡Y es entonces cuando el tal Turing nos complica la existencia! Aunque no me sorprende, ya que en los años cincuenta fue procesado por ser homosexual y se le dio a escoger entre la castración química o la cárcel. Eligió lo primero. Me imagino que esta es su venganza contra la humanidad por haberle tratado así.
No es de extrañar, pues, que uno se encuentre con comentarios como éste que les voy a reproducir y que dejó un usuario en un blog, probablemente después de varios intentos fallidos tratando de descifrar alguno de estos códigos ilegibles. A la vista está que, al final, consiguió acertar. Su mensaje decía así: “No soy un puto robot, pero ya no quiero comentar nada, anda y que te la pique un pollo”.
No justifico las dulces palabras de este usuario dirigidas al administrador de ese blog que, por otro lado, no tenía ninguna culpa, pero creo que no estaría de más que los programadores e ingenieros informáticos, que se ocupan de estas cosas, dejen de tocar las pestañas al personal y encuentren formas más sencillas de que los humanos demostremos que no tenemos el cerebro de metal.
Hace poco, una web me hizo esta simple pregunta antes de publicar mi opinión:
¿Cuántos son los enanitos de Blancanieves?
No lo podía creer. ¿Eso era todo? ¿Dónde estaba la trampa? Seguro que luego me saldrá otra pregunta interrogándome sobre sus nombres completos, pensé. Pero no, no había engaño. ¡Chúpate esa, robot pernicioso! Eres muy listo, pero de enanos no sabes niente. Y aunque estáis aprendiendo a leer, vuestros lectores ópticos de caracteres aún no son tan inteligentes.
¡Siete! ¡Los enanitos de Blancanieves son siete! Todo el mundo lo sabe. Bueno, todo el mundo no; en la película de Blancanieves y la leyenda del cazador aparecían ocho enanos. Pero ¿qué cuento se han leído estos señores?
Y si ahora quieres dejar un comentario, primero debes hacer el crucigrama, luego el sudoku, después la raíz cuadrada de 103041, y finalmente, el pino puente.
Mayte F. Uceda
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